Primavera de 2009. Paraná, Entre Ríos.
En estas tierras, en donde minoritarios maquis semióticos, resisten la cultura política vigente, contemplamos una nueva reducción de la presencia de la filosofía en la curricula de la escuela secundaria entrerriana.
Les acerco dos breves comentarios sobre la reducción operada por la gestión educativa peronista a los espacios curriculares de filosofía en la escuela secundaria entrerriana, una vez presentadas oficialmente las "cajas" curriculares de las diversas modalidades del nivel. Una vez más quedó relegada y depotenciada.
Particularmente grave es la situación en las escuelas para jóvenes y adultos (nocturnas), en donde, en algunas modalidades fue eliminada. Situación que además, hace peligrar la fuente laboral de muchos compañeros docentes y profundiza la poca presencia de la filosofía en la formación escolar.
Pensemos por qué una gestión peronista reduce la presencia de la filosofía en la escuela:
• En primer lugar, es coherente la gestión peronista al relegar, y en algunos casos eliminar, la filosofía de la escuela secundaria entrerriana, porque una de las tareas del filosofar es impugnar críticamente las prácticas sociales y políticas basadas en la subordinación, el paternalismo y el "clientelismo" cultural y político; porque, además, el filosofar abre la posibilidad de criticar nociones totales y míticas como: patria, nación, pueblo, tradición, capitalismo, estado, ilusiones de identidad fija, etc., quimeras, justamente, de la cultura política peronista. El filosofar es subversión de tradiciones, y lo que es más peligroso para el orden y los símbolos establecidos, crítica de las culturas políticas totalitarias. La filosofía y el filosofar es, como en sus orígenes, la mejor escuela de ciudadanía.
• Por otro lado, el filosofar es esencialmente terapéutico para quien lo práctica auténticamente. Tal como lo entendía Epicuro, la filosofía es la mejor "medicina" para aprender a vivir, individual y colectivamente. Podríamos agregar al difundido título: "Más Platón, menos prozac", más filosofía, menos neurosis social, más filosofía menos superstición y fatalismo, más filosofía, menos ilusiones quiméricas. Y por contrapartida, menos filosofía, más religión; menos filosofía, más dependencia de los caudillos de turno; menos filosofía, más impotencia social...; sin duda, es coherente la gestión política entrerriana.
Sirva esta breve intervención teórica para polemizar y pensar juntos.
domingo, 29 de noviembre de 2009
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