jueves, 4 de febrero de 2010

Desencializando la política. (2)

Del derecho natural como esencia, como deber-ser, al derecho como poder-ser. En esto consiste la revolución ontológica política de la modernidad.
La filosofía política de Hobbes retoma el materialismo político de las filosofías contratradicionales. Nuevo enfoque. Ya no más justificación, legitimación del poder por "derecho" de estamento de localización priviliegiada, por asimetría del campo político. El enfoque moderno desencializa, poder-hacer, potencia.
La cristiandad feudal echaba mano del aparato conceptual platónico-aristotélico para "racionalizar" la justificación de la comunidad universal buena, además de querida por Dios según mediación magisterial, se consideraba el orden natural de la realidad política; luego dentro de ese marco se comprendía la libertad. Filosofía y Teología atadas a una Idea de Ser Superior y Bueno como fundamento de la universalidad, la ecúmene, cristiana.
Al interior del orden feudal europeo in-surge una clase social que pretende otro orden. Las prácticas comienzan a trastocarse, la teoría también. Va apareciendo entonces otra praxis. Se necesita otro aparato conceptual. Una nueva ontología política.
En eso aparece Hobbes echando mano del incipiente aparato conceptual que venía contituyéndose con la mecánica de Galileo.
Observemos el "principio de la relatividad inercial" de Galileo. En síntesis, consiste: Queremos encontrar las leyes del movimiento, ¿qué hacemos?, conviene elegir un sistema de referencia, el más simple que podamos. La más simple forma del movimiento (prestemos atención!) es la del "cuerpo libre", es decir, la del cuerpo que no se encuentra constreñido por ninguna acción exterior (!!). Sin fuerzas externas coaccionantes puede observarse el movimiento libre, con velocidad constante, sin límites, pura inercia. (La cosa va tomando color)
El sistema de referencia se llamará inercial. Y veamos sus propiedades: su característica principal en el sistema considerado es la HOMOGENEIDAD e ISOTROPÍA del espacio y lo ABSOLUTO del tiempo. Estas propiedades son fundamentales porque hablan de la EQUIVALENCIA del espacio-tiempo para cualquier cuerpo en movimiento, en cualquier dirección, en el sistema de referencia considerado. (Esto, lo sabemos, queda hecho "hilachas" con la mecánica cuántica, pero eso es otra historia, o mejor otra física, ¿será otra política?)
Ahora bien, si dos sistemas se mueven rectilínea y uniformemente uno con respecto del otro y uno de ellos es inercial (es decir, que confirma para su sistema la homogeneidad e isotropía del espacio y lo absoluto del tiempo), será evidente, ¡y agarrate catalina!, que el otro sistema también lo será. El otro también será inercial. Y es más, puede haber tantos sistemas inerciales relativos unos de otros (interconectados) como consideremos.
Resulta, entonces, la equivalencia de los sistemas inerciales y no sólo con respecto al movimiento simple. La experiencia demuestra que las leyes físicas son iguales en todos los sistemas inerciales relativos; significa que las ecuaciones del movimiento no cambian. Para cualquier tiempo y lugar puede aplicarse las mismas fórmulas...
Consecuencia: no existe a-simetría, ningún sistema puede preferirse sobre los demás (!!). Igualdad de los sistemas inerciales relativos, invariancia de las leyes físicas, distribución uniforme de las leyes de la naturaleza.
Y la cosa toma color definitivo, en un nuevo "gesto" ontológico, "derecho natural" desencializado. Los Capítulos XIII, XIV y XV del Leviatan de T. Hobbes parecen la trasliteración de la línea argumental que hemos expuesto. No más esencialidad social del "polítes" frente (aunque relativo) al "idiótes". Ahora isotropía, y si es isotropía del campo político, bien podríamos decir: iso-politeía.
Vemos cómo con Galileo y con Hobbes van apareciendo otros conceptos. Y luego vendrá lo que sabemos: "inerciales políticos", o mejor, ciudadanos inerciales enfrentados y en conflicto, para los que valen las mismas leyes (derecho natural); y la solución, en el campo político, instituyendo el orden del "pacto social" para la constricción inercial del cuerpo natural para ingresar en la "inercial libertad civil". Un nuevo horizonte.